Por aquel tiempo enfermó gravemente Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, fue a visitarlo y le dijo:— Así dice el Señor: Pon en orden tus asuntos, pues vas a morir; no te curarás. (Isaías 38:1)

¡Vaya anuncio que recibió Ezequías de parte de Dios a través del profeta Isaías. A la vez, ¡Qué gran oportunidad! poderse ir habiendo hecho la paz con el Señor, con uno mismo y con los demás. Al leer este pasaje ha venido de inmediato a mi mente la pregunta: ¿Qué asuntos deberías poner en orden si supieras que en breve vas a morir? Pero, llevando el pensamiento un paso más allá, medité acerca de la no necesidad de esperar un anuncio como el de Ezequías para poner mis asuntos en orden. Entendí que esta es una invitación que podemos plantearnos cada cierto tiempo para asegurarnos que no estamos viviendo con, llamémosle de alguna manera, "asuntos pendientes". Porque Ezequías tuvo la bendición de recibir el aviso de parte de Dios y con el mismo la oportunidad de arreglar sus cosas; sin embargo, a nosotros la muerte podríamos llegar sin tiempo para arreglar aquello que está pendiente. 

¿Qué está pendiente todavía en tu vida?


Por aquel tiempo enfermó gravemente Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, fue a visitarlo y le dijo:— Así dice el Señor: Pon en orden tus asuntos, pues vas a morir; no te curarás. (Isaías 38:1)

¡Vaya anuncio que recibió Ezequías de parte de Dios a través del profeta Isaías. A la vez, ¡Qué gran oportunidad! poderse ir habiendo hecho la paz con el Señor, con uno mismo y con los demás. Al leer este pasaje ha venido de inmediato a mi mente la pregunta: ¿Qué asuntos deberías poner en orden si supieras que en breve vas a morir? Pero, llevando el pensamiento un paso más allá, medité acerca de la no necesidad de esperar un anuncio como el de Ezequías para poner mis asuntos en orden. Entendí que esta es una invitación que podemos plantearnos cada cierto tiempo para asegurarnos que no estamos viviendo con, llamémosle de alguna manera, "asuntos pendientes". Porque Ezequías tuvo la bendición de recibir el aviso de parte de Dios y con el mismo la oportunidad de arreglar sus cosas; sin embargo, a nosotros la muerte podríamos llegar sin tiempo para arreglar aquello que está pendiente. 

¿Qué está pendiente todavía en tu vida?


Por aquel tiempo enfermó gravemente Ezequías. El profeta Isaías, hijo de Amós, fue a visitarlo y le dijo:— Así dice el Señor: Pon en orden tus asuntos, pues vas a morir; no te curarás. (Isaías 38:1)

¡Vaya anuncio que recibió Ezequías de parte de Dios a través del profeta Isaías. A la vez, ¡Qué gran oportunidad! poderse ir habiendo hecho la paz con el Señor, con uno mismo y con los demás. Al leer este pasaje ha venido de inmediato a mi mente la pregunta: ¿Qué asuntos deberías poner en orden si supieras que en breve vas a morir? Pero, llevando el pensamiento un paso más allá, medité acerca de la no necesidad de esperar un anuncio como el de Ezequías para poner mis asuntos en orden. Entendí que esta es una invitación que podemos plantearnos cada cierto tiempo para asegurarnos que no estamos viviendo con, llamémosle de alguna manera, "asuntos pendientes". Porque Ezequías tuvo la bendición de recibir el aviso de parte de Dios y con el mismo la oportunidad de arreglar sus cosas; sin embargo, a nosotros la muerte podríamos llegar sin tiempo para arreglar aquello que está pendiente. 

¿Qué está pendiente todavía en tu vida?