No es, pues, cuestión de obras humanas, para que nadie pueda presumir. 10 Lo que somos, a Dios se lo debemos. Él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para que hagamos el bien que Dios mismo nos señaló de antemano como norma de conducta. (Efesios 2:9-10)


La simplicidad de la Palabra de Dios es apabullante. La claridad con la que se explica es meridiana. El compromiso que nos pide es fácilmente aplicable a la vida cotidiana. Todos sabemos que no somos salvos debido a que practiquemos el bien. Ese fue uno de los grandes lemas de la Reforma Protestante: "sola gratia". Pero no es menos cierto que somos salvados para la práctica del bien. En la medida en que tú y yo lo practicamos estamos alineándonos con el plan y propósito que Dios tenía en mente cuando decidió salvarnos. El lenguaje que utiliza el apóstol es muy poderoso, creados por medio de Cristo Jesús para que nos dediquemos a la práctica del bien. Al hacerlo, no solamente vivimos en conformidad con nuestro llamado, lo cual nos produce realización y satisfacción, sino que además imitamos a nuestro Padre, a cuya familia hemos sido incorporados, que practica el bien de forma indiscriminada de forma constante. 


¿Cuán evidente es la práctica del bien en tu vida?







No es, pues, cuestión de obras humanas, para que nadie pueda presumir. 10 Lo que somos, a Dios se lo debemos. Él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para que hagamos el bien que Dios mismo nos señaló de antemano como norma de conducta. (Efesios 2:9-10)


La simplicidad de la Palabra de Dios es apabullante. La claridad con la que se explica es meridiana. El compromiso que nos pide es fácilmente aplicable a la vida cotidiana. Todos sabemos que no somos salvos debido a que practiquemos el bien. Ese fue uno de los grandes lemas de la Reforma Protestante: "sola gratia". Pero no es menos cierto que somos salvados para la práctica del bien. En la medida en que tú y yo lo practicamos estamos alineándonos con el plan y propósito que Dios tenía en mente cuando decidió salvarnos. El lenguaje que utiliza el apóstol es muy poderoso, creados por medio de Cristo Jesús para que nos dediquemos a la práctica del bien. Al hacerlo, no solamente vivimos en conformidad con nuestro llamado, lo cual nos produce realización y satisfacción, sino que además imitamos a nuestro Padre, a cuya familia hemos sido incorporados, que practica el bien de forma indiscriminada de forma constante. 


¿Cuán evidente es la práctica del bien en tu vida?







No es, pues, cuestión de obras humanas, para que nadie pueda presumir. 10 Lo que somos, a Dios se lo debemos. Él nos ha creado por medio de Cristo Jesús, para que hagamos el bien que Dios mismo nos señaló de antemano como norma de conducta. (Efesios 2:9-10)


La simplicidad de la Palabra de Dios es apabullante. La claridad con la que se explica es meridiana. El compromiso que nos pide es fácilmente aplicable a la vida cotidiana. Todos sabemos que no somos salvos debido a que practiquemos el bien. Ese fue uno de los grandes lemas de la Reforma Protestante: "sola gratia". Pero no es menos cierto que somos salvados para la práctica del bien. En la medida en que tú y yo lo practicamos estamos alineándonos con el plan y propósito que Dios tenía en mente cuando decidió salvarnos. El lenguaje que utiliza el apóstol es muy poderoso, creados por medio de Cristo Jesús para que nos dediquemos a la práctica del bien. Al hacerlo, no solamente vivimos en conformidad con nuestro llamado, lo cual nos produce realización y satisfacción, sino que además imitamos a nuestro Padre, a cuya familia hemos sido incorporados, que practica el bien de forma indiscriminada de forma constante. 


¿Cuán evidente es la práctica del bien en tu vida?