Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo: — Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo. Entonces Jesús le dijo:— Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es descendiente de Abrahán. En efecto, el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. (Lucas 19:8-10)


La manera en que entiendo la salvación determina cómo la vivo. Hay una idea muy generalizada que la salvación es única y casi exclusivamente un tema de índole espiritual. Por tanto, experimentarla significa cambiar de muerte a vida en la dimensión espiritual; nuestros pecados son perdonados, vamos al cielo y tenemos que adoptar unos determinados hábitos religiosos y/o de santidad. A menudo, esta visión reduccionista de la salvación trae consigo el que muchas de las áreas de la vida de una persona queden inalteradas. Sobre la antigua personalidad se da una capa de barniz religioso.

Zaqueo nos enseña que la cosa no es así. La salvación trae redención y cambio a la persona de forma total e integral. Todas las áreas de la vida son afectadas y en todas ellas se producen cambios drásticos y radicales. Zaqueo no fue únicamente "salvo" espiritualmente hablando; podemos ver en este pasaje que cambió su actitud hacia las riquezas, su concepto de la honestidad y su relación con el prójimo y sus necesidades. Es por eso que Jesús pudo afirmar que la salvación había llegado a su casa. Zaqueo ya no era ni sería el mismo.


¿Hay áreas de tu vida a las cuales la salvación no ha llegado? ¿Qué piensas hacer?




Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo: — Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo. Entonces Jesús le dijo:— Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es descendiente de Abrahán. En efecto, el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. (Lucas 19:8-10)


La manera en que entiendo la salvación determina cómo la vivo. Hay una idea muy generalizada que la salvación es única y casi exclusivamente un tema de índole espiritual. Por tanto, experimentarla significa cambiar de muerte a vida en la dimensión espiritual; nuestros pecados son perdonados, vamos al cielo y tenemos que adoptar unos determinados hábitos religiosos y/o de santidad. A menudo, esta visión reduccionista de la salvación trae consigo el que muchas de las áreas de la vida de una persona queden inalteradas. Sobre la antigua personalidad se da una capa de barniz religioso.

Zaqueo nos enseña que la cosa no es así. La salvación trae redención y cambio a la persona de forma total e integral. Todas las áreas de la vida son afectadas y en todas ellas se producen cambios drásticos y radicales. Zaqueo no fue únicamente "salvo" espiritualmente hablando; podemos ver en este pasaje que cambió su actitud hacia las riquezas, su concepto de la honestidad y su relación con el prójimo y sus necesidades. Es por eso que Jesús pudo afirmar que la salvación había llegado a su casa. Zaqueo ya no era ni sería el mismo.


¿Hay áreas de tu vida a las cuales la salvación no ha llegado? ¿Qué piensas hacer?




Zaqueo, por su parte, se puso en pie y, dirigiéndose al Señor, dijo: — Señor, estoy decidido a dar a los pobres la mitad de mis bienes y a devolver cuatro veces más a los que haya defraudado en algo. Entonces Jesús le dijo:— Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es descendiente de Abrahán. En efecto, el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. (Lucas 19:8-10)


La manera en que entiendo la salvación determina cómo la vivo. Hay una idea muy generalizada que la salvación es única y casi exclusivamente un tema de índole espiritual. Por tanto, experimentarla significa cambiar de muerte a vida en la dimensión espiritual; nuestros pecados son perdonados, vamos al cielo y tenemos que adoptar unos determinados hábitos religiosos y/o de santidad. A menudo, esta visión reduccionista de la salvación trae consigo el que muchas de las áreas de la vida de una persona queden inalteradas. Sobre la antigua personalidad se da una capa de barniz religioso.

Zaqueo nos enseña que la cosa no es así. La salvación trae redención y cambio a la persona de forma total e integral. Todas las áreas de la vida son afectadas y en todas ellas se producen cambios drásticos y radicales. Zaqueo no fue únicamente "salvo" espiritualmente hablando; podemos ver en este pasaje que cambió su actitud hacia las riquezas, su concepto de la honestidad y su relación con el prójimo y sus necesidades. Es por eso que Jesús pudo afirmar que la salvación había llegado a su casa. Zaqueo ya no era ni sería el mismo.


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