Vosotros tenéis que ser perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial (Mateo 5:48)


Nuevamente nos es preciso entender qué quiso decir Jesús con estas palabras; en caso contrario podemos estar leyendo en ellas lo que queremos leer pero no necesariamente lo que el texto dice. Además, de no comprender con claridad el significado de las palabras del Maestro estas nos puedan generar una tremenda frustración porque si algo caracteriza nuestra vida es la total falta de perfección; más aún si nos comparamos con Dios. 

Para mi fue revelador leer la explicación que el erudito bíblico William Barclay dice al respecto; la encuentra tan valiosa que pienso que es digna de ser reproducida en parte. Dice así:

"La palabra griega que significa perfecto es teleios, la que se emplea en una forma muy especial. No tiene nada que ver con lo que podríamos denominar una perfección abstracta, filosófica o metafísica... teleios era el hombre cuando alcanzaba la plenitud de su estatura física, en oposición al muchacho o al niño que aún no está desarrollado. El alumno que lograba una comprensión cabal de la materia de estudio también era "perfecto" (en este sentido) en contraposición con el que, siendo principiante, todavía no dominaba el tema. Para decirlo de otra manera, la idea de "perfección" es, en este caso, totalmente funcional... Una cosa es teleios si realiza el propósito para el que se la ha creado; un hombre es perfecto si cumple el propósito para el cual Dios lo ha creado y enviado al mundo". 

En la reflexión previa vimos que nuestro Padre hace el bien de forma constante e indiscriminada hacia toda la humanidad; tiene una benevolencia incansable que le llevó al bien máximo de entregar a su Hijo por toda las personas. Para nosotros pues la perfección consistiría en, imitando al Padre, hacer el bien con la misma pasión que Él lo lleva a cabo. Hemos sido salvados para ser un pueblo celoso de la práctica del bien, afirma Pablo escribiendo a Tito; hemos sido creados para buenas obras, le dice el mismo apóstol a los seguidores de Jesús en Roma; No os canséis de hacer el bien les indica a los gálatas en la carta que les dirigió. En resumen pues, soy perfecto teleios cuando cumplo el propósito para el cual fue salvado por el Señor, es decir, una vida caracterizada por la práctica del bien en imitación de mi Padre.


¿Qué implicaciones prácticas tiene para tu vida la comprensión de teleios? ¿De qué formas específicas puedes empezar a practicarlo? ¿Con quién, hacia quién?





Vosotros tenéis que ser perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial (Mateo 5:48)


Nuevamente nos es preciso entender qué quiso decir Jesús con estas palabras; en caso contrario podemos estar leyendo en ellas lo que queremos leer pero no necesariamente lo que el texto dice. Además, de no comprender con claridad el significado de las palabras del Maestro estas nos puedan generar una tremenda frustración porque si algo caracteriza nuestra vida es la total falta de perfección; más aún si nos comparamos con Dios. 

Para mi fue revelador leer la explicación que el erudito bíblico William Barclay dice al respecto; la encuentra tan valiosa que pienso que es digna de ser reproducida en parte. Dice así:

"La palabra griega que significa perfecto es teleios, la que se emplea en una forma muy especial. No tiene nada que ver con lo que podríamos denominar una perfección abstracta, filosófica o metafísica... teleios era el hombre cuando alcanzaba la plenitud de su estatura física, en oposición al muchacho o al niño que aún no está desarrollado. El alumno que lograba una comprensión cabal de la materia de estudio también era "perfecto" (en este sentido) en contraposición con el que, siendo principiante, todavía no dominaba el tema. Para decirlo de otra manera, la idea de "perfección" es, en este caso, totalmente funcional... Una cosa es teleios si realiza el propósito para el que se la ha creado; un hombre es perfecto si cumple el propósito para el cual Dios lo ha creado y enviado al mundo". 

En la reflexión previa vimos que nuestro Padre hace el bien de forma constante e indiscriminada hacia toda la humanidad; tiene una benevolencia incansable que le llevó al bien máximo de entregar a su Hijo por toda las personas. Para nosotros pues la perfección consistiría en, imitando al Padre, hacer el bien con la misma pasión que Él lo lleva a cabo. Hemos sido salvados para ser un pueblo celoso de la práctica del bien, afirma Pablo escribiendo a Tito; hemos sido creados para buenas obras, le dice el mismo apóstol a los seguidores de Jesús en Roma; No os canséis de hacer el bien les indica a los gálatas en la carta que les dirigió. En resumen pues, soy perfecto teleios cuando cumplo el propósito para el cual fue salvado por el Señor, es decir, una vida caracterizada por la práctica del bien en imitación de mi Padre.


¿Qué implicaciones prácticas tiene para tu vida la comprensión de teleios? ¿De qué formas específicas puedes empezar a practicarlo? ¿Con quién, hacia quién?





Vosotros tenéis que ser perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial (Mateo 5:48)


Nuevamente nos es preciso entender qué quiso decir Jesús con estas palabras; en caso contrario podemos estar leyendo en ellas lo que queremos leer pero no necesariamente lo que el texto dice. Además, de no comprender con claridad el significado de las palabras del Maestro estas nos puedan generar una tremenda frustración porque si algo caracteriza nuestra vida es la total falta de perfección; más aún si nos comparamos con Dios. 

Para mi fue revelador leer la explicación que el erudito bíblico William Barclay dice al respecto; la encuentra tan valiosa que pienso que es digna de ser reproducida en parte. Dice así:

"La palabra griega que significa perfecto es teleios, la que se emplea en una forma muy especial. No tiene nada que ver con lo que podríamos denominar una perfección abstracta, filosófica o metafísica... teleios era el hombre cuando alcanzaba la plenitud de su estatura física, en oposición al muchacho o al niño que aún no está desarrollado. El alumno que lograba una comprensión cabal de la materia de estudio también era "perfecto" (en este sentido) en contraposición con el que, siendo principiante, todavía no dominaba el tema. Para decirlo de otra manera, la idea de "perfección" es, en este caso, totalmente funcional... Una cosa es teleios si realiza el propósito para el que se la ha creado; un hombre es perfecto si cumple el propósito para el cual Dios lo ha creado y enviado al mundo". 

En la reflexión previa vimos que nuestro Padre hace el bien de forma constante e indiscriminada hacia toda la humanidad; tiene una benevolencia incansable que le llevó al bien máximo de entregar a su Hijo por toda las personas. Para nosotros pues la perfección consistiría en, imitando al Padre, hacer el bien con la misma pasión que Él lo lleva a cabo. Hemos sido salvados para ser un pueblo celoso de la práctica del bien, afirma Pablo escribiendo a Tito; hemos sido creados para buenas obras, le dice el mismo apóstol a los seguidores de Jesús en Roma; No os canséis de hacer el bien les indica a los gálatas en la carta que les dirigió. En resumen pues, soy perfecto teleios cuando cumplo el propósito para el cual fue salvado por el Señor, es decir, una vida caracterizada por la práctica del bien en imitación de mi Padre.


¿Qué implicaciones prácticas tiene para tu vida la comprensión de teleios? ¿De qué formas específicas puedes empezar a practicarlo? ¿Con quién, hacia quién?