Mejor dos que uno, pues obtienen mayor recompensa en sus fatigas. Porque, si caen, uno levantará al otro. Pero, ¡Ay si uno cae sin tener a nadie que lo levante! Si dos se acuestan juntos se calientan; pero uno solo ¿Cómo se calentará? Uno puede ser vencido; dos, en cambio, resisten mejor; pues no se rompe fácilmente una cuerda de tres cabos. (Eclesiastés 4:10-12)


Es interesante las asociaciones que hace la mente. Al leer este pasaje, donde claramente se enfatiza la importancia de la comunidad, pensé rápidamente en el libro de Génesis cuando Dios afirma que: "no es bueno que el hombre esté sólo". El ser humano ha sido definido como un animal social, necesitado de la comunidad para su supervivencia. Es por eso que la fe cristiana tiene una dimensión comunitaria. No existe tal cosa como un seguimiento individual, personal del Maestro al margen del aspecto comunitario. Ciertamente somos salvados de forma individual y personal, pero para ser agregados a un cuerpo, un pueblo, una familia. El pasaje de Eclesiastés nos detalla algunas de las ventajas de ese vínculo comunitario.

Pero, como afirmaba anteriormente, es interesante qué tipo de asociaciones genera la mente. Al pensar en las palabras dichas por Dios en Génesis y más arriba reproducidas, también vino a mi pensamiento la afirmación: "más vale estar solo que mal acompañado". Creo que es cierto. La compañía de otros es buena y necesaria cuando genera una sinergia que nos empuja hacia el bien y el caminar con Dios. Lamentablemente, y también en los círculos cristianos, la compañía genera todo lo contrario a lo que debería generar. En vez de ser una influencia para el bien y el seguimiento del Maestro, lejos de animar al amor y a las buenas obras, nos estimulamos al mal y le hacemos el juego a Satanás generando círculos de destrucción y no de edificación. 


¿De qué dinámicas participas tú?



Mejor dos que uno, pues obtienen mayor recompensa en sus fatigas. Porque, si caen, uno levantará al otro. Pero, ¡Ay si uno cae sin tener a nadie que lo levante! Si dos se acuestan juntos se calientan; pero uno solo ¿Cómo se calentará? Uno puede ser vencido; dos, en cambio, resisten mejor; pues no se rompe fácilmente una cuerda de tres cabos. (Eclesiastés 4:10-12)


Es interesante las asociaciones que hace la mente. Al leer este pasaje, donde claramente se enfatiza la importancia de la comunidad, pensé rápidamente en el libro de Génesis cuando Dios afirma que: "no es bueno que el hombre esté sólo". El ser humano ha sido definido como un animal social, necesitado de la comunidad para su supervivencia. Es por eso que la fe cristiana tiene una dimensión comunitaria. No existe tal cosa como un seguimiento individual, personal del Maestro al margen del aspecto comunitario. Ciertamente somos salvados de forma individual y personal, pero para ser agregados a un cuerpo, un pueblo, una familia. El pasaje de Eclesiastés nos detalla algunas de las ventajas de ese vínculo comunitario.

Pero, como afirmaba anteriormente, es interesante qué tipo de asociaciones genera la mente. Al pensar en las palabras dichas por Dios en Génesis y más arriba reproducidas, también vino a mi pensamiento la afirmación: "más vale estar solo que mal acompañado". Creo que es cierto. La compañía de otros es buena y necesaria cuando genera una sinergia que nos empuja hacia el bien y el caminar con Dios. Lamentablemente, y también en los círculos cristianos, la compañía genera todo lo contrario a lo que debería generar. En vez de ser una influencia para el bien y el seguimiento del Maestro, lejos de animar al amor y a las buenas obras, nos estimulamos al mal y le hacemos el juego a Satanás generando círculos de destrucción y no de edificación. 


¿De qué dinámicas participas tú?



Mejor dos que uno, pues obtienen mayor recompensa en sus fatigas. Porque, si caen, uno levantará al otro. Pero, ¡Ay si uno cae sin tener a nadie que lo levante! Si dos se acuestan juntos se calientan; pero uno solo ¿Cómo se calentará? Uno puede ser vencido; dos, en cambio, resisten mejor; pues no se rompe fácilmente una cuerda de tres cabos. (Eclesiastés 4:10-12)


Es interesante las asociaciones que hace la mente. Al leer este pasaje, donde claramente se enfatiza la importancia de la comunidad, pensé rápidamente en el libro de Génesis cuando Dios afirma que: "no es bueno que el hombre esté sólo". El ser humano ha sido definido como un animal social, necesitado de la comunidad para su supervivencia. Es por eso que la fe cristiana tiene una dimensión comunitaria. No existe tal cosa como un seguimiento individual, personal del Maestro al margen del aspecto comunitario. Ciertamente somos salvados de forma individual y personal, pero para ser agregados a un cuerpo, un pueblo, una familia. El pasaje de Eclesiastés nos detalla algunas de las ventajas de ese vínculo comunitario.

Pero, como afirmaba anteriormente, es interesante qué tipo de asociaciones genera la mente. Al pensar en las palabras dichas por Dios en Génesis y más arriba reproducidas, también vino a mi pensamiento la afirmación: "más vale estar solo que mal acompañado". Creo que es cierto. La compañía de otros es buena y necesaria cuando genera una sinergia que nos empuja hacia el bien y el caminar con Dios. Lamentablemente, y también en los círculos cristianos, la compañía genera todo lo contrario a lo que debería generar. En vez de ser una influencia para el bien y el seguimiento del Maestro, lejos de animar al amor y a las buenas obras, nos estimulamos al mal y le hacemos el juego a Satanás generando círculos de destrucción y no de edificación. 


¿De qué dinámicas participas tú?