Herodes se alegró mucho de ver a Jesús, pues había oído hablar de él y ya hacía bastante tiempo que quería conocerlo. Además, tenía la esperanza de verle hacer algún milagro. (Lucas 23:8)   


Herodes estaba feliz ¡Por fin podría conocer a Jesús! y como dice el texto tal vez sería posible que hiciera algún milagro para él. En una época sin Internet, Netflix, HBO y otros entretenimientos similares aquello podía ser una experiencia cumbre para el rey. Sin embargo, según nos dice el evangelista, Jesús ni siquiera se digno en contestarle, no tenía ningún interés en satisfacer su curiosidad y mucho menos en montarle un show particular.

Esto me lleva a pensar en cuántas personas se acercan al Maestro con la misma actitud de Herodes, que Él satisfaga su curiosidad, su deseo de información o intriga espiritual. Jesús no está por la labor, no tiene interés en que nuestra curiosidad por cosas y experiencias nuevas quede satisfecha. A nosotros, sus seguidores, lamentablemente puede sucedernos algo similar, que nos acerquemos a Jesús en busca no de llevar a cabo su voluntad sino que cumpla nuestras expectativas.


¿Con qué actitud te acercas a Jesús?


Herodes se alegró mucho de ver a Jesús, pues había oído hablar de él y ya hacía bastante tiempo que quería conocerlo. Además, tenía la esperanza de verle hacer algún milagro. (Lucas 23:8)   


Herodes estaba feliz ¡Por fin podría conocer a Jesús! y como dice el texto tal vez sería posible que hiciera algún milagro para él. En una época sin Internet, Netflix, HBO y otros entretenimientos similares aquello podía ser una experiencia cumbre para el rey. Sin embargo, según nos dice el evangelista, Jesús ni siquiera se digno en contestarle, no tenía ningún interés en satisfacer su curiosidad y mucho menos en montarle un show particular.

Esto me lleva a pensar en cuántas personas se acercan al Maestro con la misma actitud de Herodes, que Él satisfaga su curiosidad, su deseo de información o intriga espiritual. Jesús no está por la labor, no tiene interés en que nuestra curiosidad por cosas y experiencias nuevas quede satisfecha. A nosotros, sus seguidores, lamentablemente puede sucedernos algo similar, que nos acerquemos a Jesús en busca no de llevar a cabo su voluntad sino que cumpla nuestras expectativas.


¿Con qué actitud te acercas a Jesús?


Herodes se alegró mucho de ver a Jesús, pues había oído hablar de él y ya hacía bastante tiempo que quería conocerlo. Además, tenía la esperanza de verle hacer algún milagro. (Lucas 23:8)   


Herodes estaba feliz ¡Por fin podría conocer a Jesús! y como dice el texto tal vez sería posible que hiciera algún milagro para él. En una época sin Internet, Netflix, HBO y otros entretenimientos similares aquello podía ser una experiencia cumbre para el rey. Sin embargo, según nos dice el evangelista, Jesús ni siquiera se digno en contestarle, no tenía ningún interés en satisfacer su curiosidad y mucho menos en montarle un show particular.

Esto me lleva a pensar en cuántas personas se acercan al Maestro con la misma actitud de Herodes, que Él satisfaga su curiosidad, su deseo de información o intriga espiritual. Jesús no está por la labor, no tiene interés en que nuestra curiosidad por cosas y experiencias nuevas quede satisfecha. A nosotros, sus seguidores, lamentablemente puede sucedernos algo similar, que nos acerquemos a Jesús en busca no de llevar a cabo su voluntad sino que cumpla nuestras expectativas.


¿Con qué actitud te acercas a Jesús?