¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Dios. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y el segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que estos. (Marcos 12:28-31)


En la sociedad digital en la que nos ha tocado vivir (Y, todo sea dicho de paso, a algunos nos cuesta más que a otros acostumbrarnos), el umbral de atención de las personas cada vez va disminuyendo más y más. Tanto estímulo audiovisual nos ha convertido en personas con poca capacidad de atención y aún menos de retención. No tenemos prácticamente tiempo de procesar un estímulo cuando una multitud de otros nuevos ya reclama la atención de nuestro aturdido cerebro. Leía que la Generación Z tiene la capacidad de trabajar hasta con 5 dispositivos simultáneamente. Yo, a duras penas me defiendo con el nuevo teclado neuronal de Samsung.

Esta sociedad digital reclama cosas claras, concisas, esenciales, que pueden ser claramente captadas, procesadas y aplicadas. No tiene tiempo, ni ganas, ni capacidad para manejar largos discursos cargados de jerga que desconocen. Un acercamiento con esos parámetros consigue una desconexión inmediata. Esta sociedad ni entiende ni le preocupan nuestros sofisticados matices denominacionales y/o doctrinales que nos llevan a luchas encarnizadas y fratricidas, además de terribles descalificaciones y linchamientos en las redes sociales ¡Qué suerte que ya no pueden quemar vivo y públicamente al que disiente! Porque hay mucho inquisidor suelto que si pudiera, no le temblaría el pulso. 

¿Cuál sería pues un cristianismo esencial fácil de transmitir pero desafiante en su cumplimiento? ¿Cómo podríamos articularlo de un modo que fuera comprensible para cualquier persona que nos escuchara sin necesidad de complicadas explicaciones teológicas? Creo que las palabras de Jesús contenidas en estos versículos del evangelio de Marcos lo ofrecen y, con la ayuda del Maestro, espero poderlo desgranar los próximos días. 



¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Dios. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y el segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que estos. (Marcos 12:28-31)


En la sociedad digital en la que nos ha tocado vivir (Y, todo sea dicho de paso, a algunos nos cuesta más que a otros acostumbrarnos), el umbral de atención de las personas cada vez va disminuyendo más y más. Tanto estímulo audiovisual nos ha convertido en personas con poca capacidad de atención y aún menos de retención. No tenemos prácticamente tiempo de procesar un estímulo cuando una multitud de otros nuevos ya reclama la atención de nuestro aturdido cerebro. Leía que la Generación Z tiene la capacidad de trabajar hasta con 5 dispositivos simultáneamente. Yo, a duras penas me defiendo con el nuevo teclado neuronal de Samsung.

Esta sociedad digital reclama cosas claras, concisas, esenciales, que pueden ser claramente captadas, procesadas y aplicadas. No tiene tiempo, ni ganas, ni capacidad para manejar largos discursos cargados de jerga que desconocen. Un acercamiento con esos parámetros consigue una desconexión inmediata. Esta sociedad ni entiende ni le preocupan nuestros sofisticados matices denominacionales y/o doctrinales que nos llevan a luchas encarnizadas y fratricidas, además de terribles descalificaciones y linchamientos en las redes sociales ¡Qué suerte que ya no pueden quemar vivo y públicamente al que disiente! Porque hay mucho inquisidor suelto que si pudiera, no le temblaría el pulso. 

¿Cuál sería pues un cristianismo esencial fácil de transmitir pero desafiante en su cumplimiento? ¿Cómo podríamos articularlo de un modo que fuera comprensible para cualquier persona que nos escuchara sin necesidad de complicadas explicaciones teológicas? Creo que las palabras de Jesús contenidas en estos versículos del evangelio de Marcos lo ofrecen y, con la ayuda del Maestro, espero poderlo desgranar los próximos días. 



¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Dios. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y el segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que estos. (Marcos 12:28-31)


En la sociedad digital en la que nos ha tocado vivir (Y, todo sea dicho de paso, a algunos nos cuesta más que a otros acostumbrarnos), el umbral de atención de las personas cada vez va disminuyendo más y más. Tanto estímulo audiovisual nos ha convertido en personas con poca capacidad de atención y aún menos de retención. No tenemos prácticamente tiempo de procesar un estímulo cuando una multitud de otros nuevos ya reclama la atención de nuestro aturdido cerebro. Leía que la Generación Z tiene la capacidad de trabajar hasta con 5 dispositivos simultáneamente. Yo, a duras penas me defiendo con el nuevo teclado neuronal de Samsung.

Esta sociedad digital reclama cosas claras, concisas, esenciales, que pueden ser claramente captadas, procesadas y aplicadas. No tiene tiempo, ni ganas, ni capacidad para manejar largos discursos cargados de jerga que desconocen. Un acercamiento con esos parámetros consigue una desconexión inmediata. Esta sociedad ni entiende ni le preocupan nuestros sofisticados matices denominacionales y/o doctrinales que nos llevan a luchas encarnizadas y fratricidas, además de terribles descalificaciones y linchamientos en las redes sociales ¡Qué suerte que ya no pueden quemar vivo y públicamente al que disiente! Porque hay mucho inquisidor suelto que si pudiera, no le temblaría el pulso. 

¿Cuál sería pues un cristianismo esencial fácil de transmitir pero desafiante en su cumplimiento? ¿Cómo podríamos articularlo de un modo que fuera comprensible para cualquier persona que nos escuchara sin necesidad de complicadas explicaciones teológicas? Creo que las palabras de Jesús contenidas en estos versículos del evangelio de Marcos lo ofrecen y, con la ayuda del Maestro, espero poderlo desgranar los próximos días.