Cuando acabó su discurso, dijo a Simón: — Rema lago adentro y echad las redes para pescar. Simón le contestó:— Maestro, hemos pasado toda la noche trabajando y no hemos pescado nada; pero, puesto que tú lo dices, echaré las redes. (Lucas 5:4-5)

¿Quién puede saber más de pesca que un pescador? En España tenemos un refrán que afirma: "zapatero a tus zapatos"; con él se trata de hacerle saber a un individuo que se meta en sus asuntos, y deje en manos de aquellos que realmente saben lo que tienen entre manos lo que se debe hacer. Dicen los estudiosos bíblicos que en el Mar de Galilea si no se pesca durante la noche ya no se pesca. Pedro, profesional del rubro, buen conocedor de su trabajo y de aquellas aguas, sabe que si no han pescado en toda la noche y, por lo tanto, no hay nada que hacer.
Aquí aparece en enfrentamiento entre el paradigma de Jesús y el nuestro representado por Pedro. El del Maestro rompe todo esquema de lo que para nosotros es la lógica y el sentido común. Se presenta en el mejor de los casos como paradójico, en el peor, como una auténtica tontería carente se sentido, lógica y propósito. Pero, como le mencionó el propio Jesús a Pedro, nosotros no vemos las cosas como Dios las ve, Él tiene un paradigma diferente al nuestro, actúa con una lógica diferente que produce o genera unas conductas diferentes. El problema, el reto, es que el alternativo ofrecido por el Señor rompe tan bruscamente el nuestro, va tanto contra nuestro sentido común y nuestra experiencia de vida que sólo lo podemos aceptar haciendo un acto de fe; acto de fe expresado en las palabras de Pedro: "puesto de que tú lo dices".
Porque la conversión -cambio de mente en griego- significa, precisamente, eso, la adopción de un nuevo paradigma en el cual se pesca de día y no de noche, es mejor dar que recibir, hay que morir para vivir, nos hemos de convertir en pequeños para volvernos grandes, hemos de perdonar al enemigo, hacer el bien indiscriminadamente, convertirnos en esclavos para ser libres y un largo etcétera que tú mismo puedes completar. Es una contracultura que, como bien dijo Pablo, es escandaloso para unos y locura para otros.

¿En qué áreas de tu vida debes responderle a Jesús porque tú lo dices?



Cuando acabó su discurso, dijo a Simón: — Rema lago adentro y echad las redes para pescar. Simón le contestó:— Maestro, hemos pasado toda la noche trabajando y no hemos pescado nada; pero, puesto que tú lo dices, echaré las redes. (Lucas 5:4-5)

¿Quién puede saber más de pesca que un pescador? En España tenemos un refrán que afirma: "zapatero a tus zapatos"; con él se trata de hacerle saber a un individuo que se meta en sus asuntos, y deje en manos de aquellos que realmente saben lo que tienen entre manos lo que se debe hacer. Dicen los estudiosos bíblicos que en el Mar de Galilea si no se pesca durante la noche ya no se pesca. Pedro, profesional del rubro, buen conocedor de su trabajo y de aquellas aguas, sabe que si no han pescado en toda la noche y, por lo tanto, no hay nada que hacer.
Aquí aparece en enfrentamiento entre el paradigma de Jesús y el nuestro representado por Pedro. El del Maestro rompe todo esquema de lo que para nosotros es la lógica y el sentido común. Se presenta en el mejor de los casos como paradójico, en el peor, como una auténtica tontería carente se sentido, lógica y propósito. Pero, como le mencionó el propio Jesús a Pedro, nosotros no vemos las cosas como Dios las ve, Él tiene un paradigma diferente al nuestro, actúa con una lógica diferente que produce o genera unas conductas diferentes. El problema, el reto, es que el alternativo ofrecido por el Señor rompe tan bruscamente el nuestro, va tanto contra nuestro sentido común y nuestra experiencia de vida que sólo lo podemos aceptar haciendo un acto de fe; acto de fe expresado en las palabras de Pedro: "puesto de que tú lo dices".
Porque la conversión -cambio de mente en griego- significa, precisamente, eso, la adopción de un nuevo paradigma en el cual se pesca de día y no de noche, es mejor dar que recibir, hay que morir para vivir, nos hemos de convertir en pequeños para volvernos grandes, hemos de perdonar al enemigo, hacer el bien indiscriminadamente, convertirnos en esclavos para ser libres y un largo etcétera que tú mismo puedes completar. Es una contracultura que, como bien dijo Pablo, es escandaloso para unos y locura para otros.

¿En qué áreas de tu vida debes responderle a Jesús porque tú lo dices?