¿Por qué os fatigáis en lo que no sacia? (Isaías 55:2)


La búsqueda de sentido y significado produce un dolor profundo. He ahí la razón por la cual muchas personas tratan desesperadamente de anestesiar ese dolor. Para ello la sociedad nos proporciona una buena cantidad de analgésicos emocionales; calman, aunque sea temporalmente, los síntomas sin llegar nunca a la raíz del problema. Pero al menos nos permiten continuar marchando un día más, una semana más, un mes más en la búsqueda de no sabemos qué. Porque, desgraciada o afortunadamente, no podemos evitar esa búsqueda, hemos salido con ella de fábrica, de serie y no podemos sino responder a esa llamada oculta. 

Hay una frase de Alicia en el país de las maravillas que lo resume magistralmente: "Sólo unos pocos encuentran el camino, otros no lo reconocen cuando lo encuentran, otros ni siquiera quieren encontrarlo..." Jesús afirmó: "Yo soy el camino (no la iglesia ni las estructuras u organizaciones religiosas; no nos engañemos a nosotros mismos y no confundamos a otros), la verdad y la vida. Desgraciadamente muchos no quieren transitar ese camino, ni tan sólo darle una oportunidad. Desgraciadamente también, nosotros, los que somos seguidores del Maestro hemos contribuido y tenemos nuestra parte de responsabilidad en ese rechazo a Jesús como aquel que verdaderamente sacia nuestra necesidad más profunda.

¿Cuál sería tu grado de satisfacción de 0 (nada) a 10 (total)? ¿Qué te hace pensar tu respuesta?




¿Por qué os fatigáis en lo que no sacia? (Isaías 55:2)


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Hay una frase de Alicia en el país de las maravillas que lo resume magistralmente: "Sólo unos pocos encuentran el camino, otros no lo reconocen cuando lo encuentran, otros ni siquiera quieren encontrarlo..." Jesús afirmó: "Yo soy el camino (no la iglesia ni las estructuras u organizaciones religiosas; no nos engañemos a nosotros mismos y no confundamos a otros), la verdad y la vida. Desgraciadamente muchos no quieren transitar ese camino, ni tan sólo darle una oportunidad. Desgraciadamente también, nosotros, los que somos seguidores del Maestro hemos contribuido y tenemos nuestra parte de responsabilidad en ese rechazo a Jesús como aquel que verdaderamente sacia nuestra necesidad más profunda.

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¿Por qué os fatigáis en lo que no sacia? (Isaías 55:2)


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