Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. (Gálatas 6:2)
¿Se contradice Pablo a sí mismo en este pasaje? Había afirmado que cada uno debe llevar su propia carga y, por tanto, no sólo no estamos obligados a llevar las cargas de los demás, sino que incluso es perjudicial para la persona, no la empoderamos, no le ayudamos a desarrollar resiliencia y es su responsabilidad personal ante Dios. El apóstol, como ya mencioné, usa la palabra "impedimenta" , el equipo de un soldado romano en marcha. El principio que nos enseña, vuelvo a insistir, es que hay cosas que la vida trae consigo que son nuestra responsabilidad personal y no podemos ni debemos esperar que otros las tomen por nosotros.
Pero en este versículo el apóstol nos está hablando de otro tipo de cargas. La palabra que usa es una piedra tan grande que una persona sola, no importa cuán fuerte sea, no tiene la capacidad de manejarla por sí misma durante mucho tiempo. Ciertamente, la vida nos trae situaciones físicas, materiales, sociales, espirituales, emocionales que son de tal envergadura que una persona carece de las suficientes fuerzas para poderlas gestionar; aquí es donde entra en juego el cuerpo de Cristo y sale en ayuda del miembro al que la vida ha sobrecargado y puede llevar a la extenuación. ¿Se contradice Pablo? En absoluto, más bien se complementa. La sabiduría y el discernimiento consiste en saber distinguir entre un tipo de cargas y las otras.
¿Quién hay a tu lado necesitado de que le ayuden a sobrellevar cargas?
