Uno de los dos que habían escuchado a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Lo primero que hizo Andrés fue ir en busca de su hermano Simón para decirle: — Hemos hallado al Mesías (palabra que quiere decir “Cristo”). (Juan 1:40-41)

El símbolo del apóstol Andrés es una cruz en forma de aspa; hace referencia a la muerte, que según la tradición, tuvo que afrontar. Fue martirizado en una cruz que tenía aquella forma. Sin embargo, no es lo más importante ni significativo de este hombre, hay dos cosas que llaman más la atención. Una es que, si seguimos el relato bíblico de forma cronológica, fue el primer seguidor de Jesús, antes incluso que Pedro, quien de hecho, fue introducido ante el Maestro por su hermano. Sabemos por el texto de Juan que Andrés ya era un discípulo del Bautista. Desconocemos qué tipo de conversaciones tal vez tuvieron entre ellos; lo que es seguro es que cuando Juan señaló a Jesús como el Cordero de Dios, Andrés fue tras Él. La segunda cosas destacable es su capacidad para introducir a otras personas al conocimiento de Jesús; lo hizo con Pedro y, a lo largo del relato evangélico comprobaremos, lo hizo con otras personas. 
Esta capacidad y deseo de Andrés de introducir a otros al conocimiento de Jesús fue una de las razones por las cuales decidimos que nuestro primer hijo llevara este nombre. Veíamos al apóstol como una motivación y un ejemplo a seguir. Andrés continúa siendo para nosotros un referente y un desafío sobre la necesidad de que otros puedan conocer al Maestro y cuál debe ser nuestro papel en ello. 

¿Quién hay a tu alrededor que necesita ser introducido a Jesús? ¿Qué puedes y debes hacer al respecto?


Uno de los dos que habían escuchado a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Lo primero que hizo Andrés fue ir en busca de su hermano Simón para decirle: — Hemos hallado al Mesías (palabra que quiere decir “Cristo”). (Juan 1:40-41)

El símbolo del apóstol Andrés es una cruz en forma de aspa; hace referencia a la muerte, que según la tradición, tuvo que afrontar. Fue martirizado en una cruz que tenía aquella forma. Sin embargo, no es lo más importante ni significativo de este hombre, hay dos cosas que llaman más la atención. Una es que, si seguimos el relato bíblico de forma cronológica, fue el primer seguidor de Jesús, antes incluso que Pedro, quien de hecho, fue introducido ante el Maestro por su hermano. Sabemos por el texto de Juan que Andrés ya era un discípulo del Bautista. Desconocemos qué tipo de conversaciones tal vez tuvieron entre ellos; lo que es seguro es que cuando Juan señaló a Jesús como el Cordero de Dios, Andrés fue tras Él. La segunda cosas destacable es su capacidad para introducir a otras personas al conocimiento de Jesús; lo hizo con Pedro y, a lo largo del relato evangélico comprobaremos, lo hizo con otras personas. 
Esta capacidad y deseo de Andrés de introducir a otros al conocimiento de Jesús fue una de las razones por las cuales decidimos que nuestro primer hijo llevara este nombre. Veíamos al apóstol como una motivación y un ejemplo a seguir. Andrés continúa siendo para nosotros un referente y un desafío sobre la necesidad de que otros puedan conocer al Maestro y cuál debe ser nuestro papel en ello. 

¿Quién hay a tu alrededor que necesita ser introducido a Jesús? ¿Qué puedes y debes hacer al respecto?


Uno de los dos que habían escuchado a Juan y habían seguido a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Lo primero que hizo Andrés fue ir en busca de su hermano Simón para decirle: — Hemos hallado al Mesías (palabra que quiere decir “Cristo”). (Juan 1:40-41)

El símbolo del apóstol Andrés es una cruz en forma de aspa; hace referencia a la muerte, que según la tradición, tuvo que afrontar. Fue martirizado en una cruz que tenía aquella forma. Sin embargo, no es lo más importante ni significativo de este hombre, hay dos cosas que llaman más la atención. Una es que, si seguimos el relato bíblico de forma cronológica, fue el primer seguidor de Jesús, antes incluso que Pedro, quien de hecho, fue introducido ante el Maestro por su hermano. Sabemos por el texto de Juan que Andrés ya era un discípulo del Bautista. Desconocemos qué tipo de conversaciones tal vez tuvieron entre ellos; lo que es seguro es que cuando Juan señaló a Jesús como el Cordero de Dios, Andrés fue tras Él. La segunda cosas destacable es su capacidad para introducir a otras personas al conocimiento de Jesús; lo hizo con Pedro y, a lo largo del relato evangélico comprobaremos, lo hizo con otras personas. 
Esta capacidad y deseo de Andrés de introducir a otros al conocimiento de Jesús fue una de las razones por las cuales decidimos que nuestro primer hijo llevara este nombre. Veíamos al apóstol como una motivación y un ejemplo a seguir. Andrés continúa siendo para nosotros un referente y un desafío sobre la necesidad de que otros puedan conocer al Maestro y cuál debe ser nuestro papel en ello. 

¿Quién hay a tu alrededor que necesita ser introducido a Jesús? ¿Qué puedes y debes hacer al respecto?